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01 febrero, 2012

LUCES Y SOMBRAS DE LA REFORMA ANUNCIADA

Esta mañana en una entrevista radiofónica en la Ser el Sr. Ministro de Educación justificaba la eliminación del 4º de la ESO aduciendo que “el último curso de la ESO generaba un problema al contar con alumnos que no iban a continuar sus estudios, algo que sucede en uno de cada tres estudiantes.
Frase que formaba parte de un titular del periódico Magisterio[1] con ocasión de un informe correspondiente al año 2008. En dicho informe se señalaba que el fracaso escolar sigue aumentando desde 2000 y que, uno de cada tres alumnos abandonó los estudios el año pasado tras acabar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Lo que equivale a que el 31,2% de jóvenes entre 18 y 24 años no completó el nivel de Secundaria superior”, mientras que en Europa ese porcentaje no llega al 15%.

La solución que propone el Sr. Ministro para combatir el problema es” crear una bifurcación que funcione como curso preparatorio a la FP de grado medio, que también se amplía a 3 años y esperamos conseguir el interés de esos chicos”. Esperanza que se apoya en la elección “a una edad un poco más temprana de un 'itinerario' que está más de acuerdo con la orientación de cada alumno y el comienzo de un curso obligatoriamente (de Bachillerato o FP), va a ser mucho más probable que exista el incentivo para continuar.

En estas declaraciones del Sr. Wert hay dos expresiones que llaman la atención. “Esperamos conseguir el interés de esos chicos” y va a ser mucho más probable que exista el incentivo para continuar. Aunque, también es verdad que en ellas no hay ninguna rotundidad ni convencimiento de que se vaya a conseguir, simplemente un esperanza una probabilidad. Y es que se trata de probar a ver si funciona sin ninguna garantía de éxito. Hoy, en plenos siglo XXI no debería estar permitido hacer experimentos de este calado con nuestros hijos e hijas.  [2]“durante el siglo XX, la medicina, la agricultura, la tecnología y otros campos abrazaron una idea simple pero poderosa. Usa lo que funciona. Empezaron a exigir que las medicinas innovadoras, las semillas y las máquinas fueran probadas antes de ser usadas en todos los lugares. El resultado fue un progreso revolucionario. La reforma basada en la evidencia de cualquier área no sólo protege al público de las innovaciones ineficaces; también crea una dinámica de mejora progresiva en la que están trabajando muchos investigadores y creadores para reemplazar las mejores soluciones de hoy con algo incluso más eficaz”. Además, si tenemos en cuenta dos de los elementos comunes en todos los sistemas que han experimentado mejoras vemos que se refieren a la calidad de los docentes (un profesorado motivado tiene incidencia directa en el desempeño de los alumnos), y la atención individual de los alumnos (con la detección e identificación de situaciones que puedan retrasar el desarrollo académico del alumno para una intervención inmediata).

Sin embargo, el Ser Wer ni se basa en evidencias, ni propone una atención individualizada desde el momento en que un escolar se encuentre en una situación que pueda retrasar el ritmo de aprendizaje. No, eso no sería una reforma y en nuestro país no hay cambio de gobierno que no lleve aparejada una reforma. ¿En que experiencia de éxito se basa el Sr. Wert para pensar que por el hecho de que el alumnado pueda elegir a los 15 años no va a solucionar el problema del abandono temprano yi del fracaso escolar. ¿Acaso la motivación y expectativas positivas hacia el estudio, la comprensión lectora y competencia matemática la puede adquirir el alumnado simplemente por elegir un itinerario u otro? La única forma de abordar con seriedad la erradicación del fracaso y abandono escolar es consiguiendo que el sistema educativo arbitre los medios y recursos necesarios para que todo el alumnado tenga la posibilidad de adquirir los conocimientos necesarios para tener éxito como ciudadano en la sociedad que le ha tocado vivir. Lo demás son trampas para desviar por otros caminos al alumnado desaventajado.

Quizás, cuando el Sr. Wer piensa en que si el alumnado elige un año antes, se va a reducir el fracaso y abandono escolar, no este pensando verdaderamente, en como lograr que el alumnado llegue realmente a terminar la educación obligatoria con la preparación y la formación que necesita un ciudadano del siglo XXI. Lo que quizás esté pensando el Sr. Ministro es en que ese 30 % que abandona los estudios dejará de hacerlo, si se les ofrece la ocasión de anticiparse un año e imaginar que puede ser tornero, carpintero o panadero. Seguramente, así su mente se active y se ponga a estudiar en serio para lograr el objetivo deseado. Claro que el Sr. Ministro tampoco cree con mucha contundencia en esta medida ya que de lo que habla es de probabilidad: va a ser mucho más probable, dice, que exista el incentivo para continuar.

Sin embarbo, en la comunidad científica se piensa de otra manera. Se ha llegado a un amplio consenso sobre los efectos negativos de separar en distintos itinerarios antes de la educación postobligatoria sin que se resienta la equidad educativa. Los resultados académicos a los que llevan unos itinerarios y otros son muy desiguales. Según la Comisión Europea (European Comisión, 20i06) 

En el Proyecto INCLU-DED[3], queda demostrado que la separación del alumnado en itinerarios con diferente prestigio y orientación académica tiende a correlacionar con diferencias de tipo socioeconómico. Diferentes estudios han demostrado que los grupos vulnerables, como estudiantes de nivel socioeconómico bajo, minorías culturales o inmigrantes, están sobrerrepresentados en los itinerarios de menor nivel o de carácter profesionalizador (Luciak, 2004; Oakes, 1985). Y esto y no otra cosa es la que va a ocurrir con la bifurcación que se va a producir con la supresión del último curso de la ESO. Y si no, tiempo al tiempo.

1 DE FEBRERO 2012

Ginés Martínez Cerón pertenece a la Asociación
Educación Pública Siglo XXI


[1] Continúa el fracaso escolar en España: uno de cada tres alumnos lo deja tras la ESO. Magisterio 03/06/2009 

[2] Aprendizaje cooperativo, “éxito para todos” y reforma basada en la evidencia para todos

Robert e. Slavin, johns hopkins university y Universidad de cork

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