En el
artículo anterior,[1] “Sin comprensión lectora la exclusión social está
garantizada,” se reflexionaba sobre uno de los graves problemas que, a pesar de
estar en el siglo XXI, la escuela sigue sin dar respuesta, el que el sistema
educativo siga arrojando a más de un 30 % de alumnado sin haber adquirido la
competencia básica de leer comprensivamente
A estas alturas del siglo XXI resulta incomprensible
que todavía existan alumnos y
alumnas que terminen la Educación
Básica Obligatoria con déficit en
lectura comprensiva.
Además, si se tiene en cuenta que cuando un alumno y alumna sale del
sistema educativo ha permanecido un total de doce años entre infantil, primaria
y secundaria en un centro educativo, aún se entiende menos. Si la lectura, sin duda alguna, es la clave para acceder a la información, al éxito educativo, a un buen desarrollo personal y profesional y poder
así, integrarse en la sociedad de la información, no se puede seguir demorando más que
nadie salga del sistema educativo sin
esa clave en su poder.