Educar quizá consista sólo en enseñar a
gozar, a
gozar el estímulo, a gozar la
conversación y, sobre todo, a gozar
la comprensión.
(Wagensberg)
La lectura
dialógica, a diferencia de la lectura tradicional, posibilita, superar la
desventaja de desigualdad, en que se encuentra un porcentaje alto del alumnado,
al potenciar y acelerar el aprendizaje lector y en consecuencia el
éxito escolar de todo el alumnado.