Si yo tuviera una
hora para resolver un problema y mi vida
dependiera de la solución, yo gastaría los primeros 55
minutos para determinar la pregunta apropiada,
por que
una vez, supiera la pregunta correcta,
yo podría resolver
el problema en menos de cinco minutos
Albert
Einstein
Imaginemos, que tenemos una hora
para resolver el problema del fracaso lector[1]
de nuestra aula, y que el
éxito lector de nuestro alumnado dependiera de dicha solución. ¿Cuál sería la
pregunta correcta que nos permitiera resolver el problema