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21 marzo, 2012

LAS AMPAS Y LAS FAMILIAS SON Y CONSTRUYEN CONJUNTAMENTE CON EL PROFESORADO EL CENTRO EDUCATIVO

Las AMPAS deben superar etapas anteriores y plantearse trabajar, conjuntamente con todas las familias, profesorado y demás integrantes de la comunidad escolar, en la consecución del éxito educativo de todo el alumnado

Las AMPAS tienen, hoy, la responsabilidad de iniciar una nueva etapa en su trayectoria que se inició con la creación de las Asociaciones de Padres y madres, en la década de los 70 y 80. En estos 30/40 años las AMPAS han cumplido distintos papeles, dependiendo de las necesidades educativas del momento: En líneas generales, en una primera fase sus actuaciones se centraban en movilizaciones para conseguir construcciones de colegios, mejora de infraestructuras inadecuadas y profesorado para completar plantillas etc. En un periodo posterior se encargan y ocupan en la organización de actividades extraescolares y en colaborar con el centro educativo en la organización de las fiestas. “Por desgracia, la vida de la inmensa mayoría de la AMPAs de este país no va más allá de la gestión de actividades extraescolares) lo que las convierte en organizadora de actividades lúdico –deportivas a bajo precio) y de alguna que otra fiesta, aspectos, en todo caso, irrelevantes para la vida intra-centro.” (Feito, 2011, Pág. 110).

En la segunda década del siglo XXI, un AMPA no puede seguir derrochando ilusiones y esfuerzos en actividades irrelevantes para la mejora del centro educativo. Es necesario superar etapas anteriores y enfocar el objetivo del AMPAs a trabajar, conjuntamente con todas las familias, profesorado y demás integrantes de la comunidad escolar en la consecución del éxito de todo el alumnado.

Algunos cambios a considerar en el escenario educativo

En los últimos años se han producido cambios profundos en la estructura familiar, en la sociedad y en la educación. El contexto educativo ha cambiado notablemente al situarnos en la sociedad de la información. Como consecuencia de esta evolución han surgido nuevos problemas antes inimaginables: los porcentajes demasiado altos de fracaso y abandono escolar, absentismo, profesorado desmotivado, incompetencia lectora de un porcentaje alto del alumnado, problemas de convivencia, objetores escolares etc. Lo que ha complicado y ha añadido nuevas dificultades en la mayoría de los centros debido, precisamente, a la diversidad y heterogeneidad de las aulas.

Este nuevo escenario social, familiar y educativo requiere un cambio de actitud tanto de los claustros y equipos directivos, como de los dirigentes de las AMPAs y sus organizaciones federaciones y confederaciones. Los claustros y equipos directivos deben de apostar por la participación real de las familias en la vida del centro. Las AMPAs se deben de plantear revisar y, en su caso, cambiar su estructura organizativa. Incorporar un nuevo objetivo, participar en la vida del centro, codo con codo con el profesorado y demás integrantes de la comunidad educativa,  para construir conjuntamente el centro del éxito de todo el alumnado.

Reconocidos los cambios que se han producido y se siguen produciendo en el escenario educativo. El siguiente paso es tomar conciencia que la enseñanza y aprendizaje, no puede seguir siendo una tarea exclusiva del profesorado, sino de toda la comunidad educativa. La experiencia ha demostrando que el profesorado, solo, no puede lograr el éxito de todo el alumnado. La razón es sencilla, el profesor no puede atender de una forma personalizada la gran diversidad y heterogeneidad de las aulas. Además, las principales investigaciones educativas de la comunidad científica internacional dejan muy claro que el aprendizaje de los niños y niñas no depende solo de lo que ocurre en el aula, sino también de lo que ocurre en la calle, en la casa, en la televisión, en internet y en cualquier ámbito en el que se desenvuelva el niño y la niña.

Por otra parte, la consecución del éxito educativo[2] de todo el alumnado no ha sido un objetivo prioritario y compartido por todos los integrantes de la comunidad escolar. Quizás como consecuencia de una cierta pasividad y resignación, de la comunidad educativa en su conjunto, al pensar que el fracaso escolar es algo inevitable. Pero, lo grave de la situación es que se haya llegando a asumir, como algo natural e irremediable, que un porcentaje aproximado de un 30% del alumnado no puede logra el éxito en su itinerario educativo. ¿A alguien se le ocurriría pensar que el personal médico de un hospital permaneciera inmutable si se le murieran un 30% de sus pacientes? Sin embargo, la comunidad educativa permanece inmutable ante una realidad que se viene arrastrando muchos años.  Esta creencia, en la actualidad no tiene sentido ya que existen evidencias científicas de que muchos centros que han logrado con sus actuaciones el éxito educativo de todos.

No es fácil el caminar juntos (profesorado y AMPAS) en la dirección de construir el centro educativo como unidad de acción. Es necesario, previamente, plantearse  y revisar actitudes, concepciones, rutinas, formas enquistadas de actuación, estructuras de funcionamiento  para crear las condiciones que permitan conjuntamente crear centro educativo.

Marzo de 2012

Ginés Martínez Cerón
Asociación Educación Pública Siglo XXI

Bibliografía

Feito Alonso Rafael. Los retos de la participación escolar. Elección, control y gestión de los centros educativos. Morata.



[1] Entendemos el” centro educativo” como una comunidad educativa integrada por el profesorado, padres y madres, alumnado, personal no docente y agentes sociales del barrio, que así lo decidan, que desarrolla un proyecto común en el contexto de su barrio y/o localidad.
[2] Entendemos el éxito educativo no solamente en función del mayor o menor número de aprobados, sino que los aprendizajes adquiridos permitan que todo el alumnado adquiera los suficientes conocimientos y competencias para desenvolverse con éxito en los diferentes ámbitos de vida  familiar, laboral y social

2 comentarios:

  1. En efecto, las APAs arrancaron con fuerza y luego (en algunos casos) se estancaron... pero creo que esto es consecuencia de la falta de funcionamiento democrático de los centros educativos.
    Tenemos una estructura abierta a la participación de todos, pero (al menos en los centros en los que he trabajado) es pasmosa la desidia de alumnado y familias cuando se desarrollan las elecciones a Consejo Escolar, o cómo la elección de delegado de clase parece más un "juguemos a los votos" que una estupenda ocasión (desperdiciada) de educar en responsabilidad ciudadana.
    Creo que hay mucho por hacer en este campo, y me gustaría algún año participar en un proyecto de CPR de dinamización democrática de la vida escolar.
    Gracias por el artículo y por la oportunidad de réplica.
    Un saludo

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  2. Respecto a la participación en un proyecto de dinamización democrática fenomenal.El problema es que al parecer los CPR tienen los días contados. Algunos ejemplos: Se han suprimido en Castilla La Mancha. El Gobierno de Aragón tiene prevista dejar en toda la comunidad solo seis centros de profesores y recursos. En la actualidad hay 19. Se dice que en Murcia dejarán dos. Pronto se verá si se confirma.

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