IMPRIMIR

07 mayo, 2012

UNA UNIVERSIDAD SIN POBRES

Los estudios superiores son la esperanza y el futuro de nuestro País. Sin una universidad potente que apueste por la formación y la investigación al más alto nivel será difícil que se pueda, tan siquiera, aspirar a tener una economía competitiva que posibilite el llegar a ser un País líder en el escenario internacional. Lograr este objetivo debería ser una prioridad absoluta de las administraciones educativas. Sin embargo, la subida de las tasas universitarias tan desmesuradas, bajo la excusa del déficit presupuestario, convertirán la universidad en una institución elitista.
Si realmente se quiere cambiar el modelo productivo causa de la profunda crisis y del alarmante paro juvenil. No hay otro camino que el de abrir la puerta de la formación a todos los jóvenes, sin exclusión. En el escenario laboral sobra mano de obra sin cualificar y faltan jóvenes preparados y cualificados al más alto nivel. Cerrar el acceso a la universidad, a los más débiles económicamente, obstruyendo la igualad distributiva de oportunidades es jugar con el futuro económico, científico y competitivo del País. Hoy por hoy, la única forma de avanzar, en todos los órdenes, es poner los medios necesarios para que ningún estudiante capacitado se excluya por falta de recursos económicos.

Sin embargo, con la subida generalizada de las tasas universitarias lo que se está haciendo es, precisamente lo contrario, cerrar la puerta a un número significativo de estudiantes que por falta de recursos económicos tendrán que abandonar los estudios. No cabe duda que esta medida nos retrotrae a un pasado, ya superado, en el que acceder a la universidad era un privilegio para unos pocos.  La subida que se propone, entre el actual 15% y el 25 %, atenta plenamente contra la igualdad de oportunidades al obstaculizar el acceso a los estudiantes pobres.  ¿Cuantos jóvenes de los cerca de 125.000  que viven en una situación de pobreza extrema, y de los 291.000 en situación de pobreza grave, según caritas, se quedarán con la ilusión frustrada en la puerta de la universidad?  El cambio de modelo que el Sr. Wert propone amenaza gravemente el derecho a la educación pública de varias generaciones, al cambiar la universidad de todos por la universidad de unos pocos.

Apostar por la eficiencia universitaria requiere promover la igualdad distributiva de oportunidades, dando más, a los que menos tienen. Porque subir las tasas dejando en la cuneta a los más desfavorecidos es como dice Bruselas una medida” corta de miras" que sólo sería válida "como último recurso. Este es el reto si no se quiere convertir la universidad española en una mediocre y pobre universidad en la era del conocimiento.

Publicado en los suplementos económicos de:  La Verdad, El Correo, El Diario Vasco, El Diario Montañés, Ideal, Hoy, Sur, La Rioja, El Norte de Castilla, El Comercio, La Voz de Cádiz y Las Provincias. 
5 de mayo de 2012
Ginés Martínez Cerón
Asociación Educación Pública Siglo XXI

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí escribe tu opinión y/o comentario