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27 febrero, 2013

URGENTE RECUPERAR LA EDUCACIÓN COMO PATRIMONIO QUE ES DE LA CIUDADANIA


La voz de la comunidad educativa, no puede ser otra vez ninguneada e ignorada, por ningún partido político que llegue al poder.

La comunidad educativa está abocada a una reforma elaborada a sus espaldas. Por primera vez, nos encontramos ante un hecho insólito y grave, un proyecto de reforma, que se ha gestado de una forma unilateral, ya que se ha ignorado a la comunidad educativa: professorado, madres y padres y agentes educativos verdaderos protagonistas de la educación. Así pues, nos encontramos ante una ley impuesta desde el poder, más propia de una dictadura que de una democracia.


Por otra parte, nos hemos acostumbrado a que cada cambio de gobierno nos traiga una nueva reforma.Se decía ya, a finales del siglo XIX, que no había ministro que se tuviese por tal que no hubiese redactado su propia reforma educacional[1].Con cada Gobierno de un signo político u otro se han introducido reformas, a veces, con la finalidad de adecuarlas a su ideología política. Así, nos encontramos que la LOMCE será la séptima ley educativa[2] y tres de ellas han acometido reformas educativas LOGSE, LOCE Y LOE. Cada reforma, también estamos acostumbrados, pone patas arriba lo que con la ley anterior había quedado patas abajo. 

 INCONVENIENTES DE LOS CAMBIOS LEGISLATIVOS

El primero, introduce un grado de inestabilidad en el sistema educativo que impide que, cualquier reforma, pueda dar sus frutos. La experiencia de los países con sistemas educativos más estables demuestran que una reforma necesita tiempo para dar sus frutos.

El segundo, la instrumentalización por parte de los partidos políticos, lo que imposibilita abordar los verdaderos problemas de la educación. ¿Acaso es necesario para mejorar la educación que la LOMCE potencie por ejemplo, la enseñanza concertada, introduzca la alternativa a la religión como una asignatura obligatoria y evaluable, reduzca las competencias del consejo escolar, elimine sus funciones decisorias o blinde los conciertos con los centros que segregan por sexo etc.? Ejemplos que demuestran que el objetivo de los reformadores no es precisamente solucionar los problemas educativos. Por eso, es cada vez más difícil entender lo que quiere decir el texto de la reforma cuando dice: La reforma pretende hacer frente a los principales problemas detectados en el sistema educativo español las elevadas tasas de abandono temprano de la educación y la formación, y el reducido número de estudiantes que alcanza la excelencia” ¿Acaso eliminar las competencias decisorias del consejo escolar, recuperar la alternativa a la religión, entran dentro de los principales problemas que los reformadores han detectado en el sistema educativo español?. Estos aspectos y otros muchos que introduce la LOMCE tienen una función muy distinta de mejorar la educación. No es necesario reflexionar mucho para ver que estos elementos solo sirven para introducir un marcado sesgo de carácter ideológico partidista. Alguien ¿Quién puede creerse que para eliminar el fracaso y abandono escolar, verdaderos problemas sea necesario introducir esas reformas?


CAMBIOS QUE NO APORTAN MEJORAS EDUCATIVAS E IGNORAN LOS VERDADEROS PROBLEMAS

 

Además, de los cambios ideológicos se encuentran otros que aunque no sean ideológicos, no aportan nada para la mejora de los problemas educativos. ¿Qué mejoras se aporta a la educación Primaria el eliminar la materia de Conocimiento del Medio y recuperar las antiguas Ciencias Sociales y Ciencias Naturales? ¿A qué responden estos cambios a un capricho, a una ocurrencia…?

Si se le pidiera a cualquier familia, equipo de directivo y claustro, que listara los principales problemas que tiene la educación, seguro que en un altísimo porcentaje anotaría como tales, El problema del fracaso escolar, el alto porcentaje de alumnado que no termina la educación básica, el gran número de repeticiones, los problemas que genera la diversidad del aula, la formación del profesorado, entre otros. Y ello, simplemente como consecuencia de que son los problemas reales que se viven en el día a día de la escuela y el instituto.

Sin embargo, ninguno de estos problemas figura en el proyecto de reforma. En consecuencia, tampoco medidas para erradicar el vergonzoso problema del fracaso, ni reducir las repeticiones a porcentajes asumibles, ni tampoco medidas para posibilitar una gestión eficaz del aula, ni para lograr la eficacia en la aplicación de los programas de apoyo y refuerzo, ni para cambiar la inmutabilidad de un tiempo fijo e inmóvil que dificulta el aprendizaje de todo el alumnado, ni medidas para convertir los centros guetos de determinados barrios en centros normales, ni para una autonomía de centros democrática con participación de la comunidad escolar, ni para la formación que necesita el profesorado, ni para dar respuesta satisfactoria al alumnado que con grandes diferencias y desigualdades sociales y culturales llega a las aulas, ni en definitiva para salir de un sistema educativo antiguo más, propio de la era industrial que de la sociedad de la información.

Mientras, el sistema educativo siga teniendo alguno de los problemas anteriores es necesario una reforma educativa. Pero, claro está, una reforma que no se vaya por las ramas buscando los intereses particulares del partido reformador. La experiencia de reformas anteriores y sobre todo de esta que está en curso ha colmado el vaso.  Las familias, el profesorado  y agentes sociales no podemos seguir engañándonos por más tiempo ante una reforma  cuya finalidad no es precisamente, terminar con los problemas de una escuela que en pleno siglo XXI sigue expulsando a más de un 30% de su alumnado, sin terminar la educación básica. La preocupación de la reforma no es la que se podía esperar. La pregunta no puede ser más simple ¿ Para qué sirve una reforma que no se plantee ir a la raíz de los problemas del sistema educativo?

RECUPERAR LA VOZ DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA

Quizás en un momento como el actual, en el que es un clamor la regeneración de la vida democrática de este país, sea el momento de considerar y tomar conciencia que la educación pública es patrimonio de los ciudadanos y ciudadanas. “[3]Hora es ya de que, como sucede en la mayor parte de los países europeos, la escuela pública sea patrimonio de todos, de la derecha y de la izquierda, del Estado y de las comunidades autónomas. Pero no sólo de ellos. También de los actores sociales, especialmente los sindicatos y asociaciones docentes, y de la comunidad escolar. Y también de los movimientos sociales, las fundaciones, las cooperativas y las asociaciones que en el ámbito de lo privado pueden construir, incluso con más libertad, un modelo de escuela privada con vocación pública.  Sólo así podremos responder al formidable reto de un futuro -el futuro es siempre problemático- que está ya ante nosotros, cargado, si cabe, de mayores riesgos que nunca”.

En este contexto, de la regeneración “de la vida democrática,” un aspecto esencial es que la comunidad educativa y la sociedad recuperen la educación como patrimonio, que es, de la ciudadanía. La comunidad educativa en su conjunto, tiene el reto de conseguir que la educación de este país sea pensada y diseñada, no por los intereses y ocurrencias de cada partido político que llega al poder sino, por el conjunto de la comunidad educativa. El profesorado tiene que participar como protagonista en el diseño de las líneas educativas, las AMPAS como representantes de las familias tienen que participar diseñando en la educación que necesitan para sus hijos. La voz de la comunidad educativa, no puede ser otra vez ninguneada e ignorada, por ningún partido político que llegue al poder.

Ha llegado la hora, de decir ¡basta! a esta razón sin razón y no permitir más que ningún partidos político, cuando llega al poder, juegue con la educación de los niños y adolescentes de este país, adaptando las reformas a su intereses ideológicos. No más reformas de espaldas a la comunidad educativa.

Todas las personas y organizaciones representativas e implicadas en la comunidad educativa tenemos una primera tarea, de gran envergadura, la de transmitir y difundir este mensaje a nuestros compañeros y compañeras, a nuestros amigos y amigas, a nuestros vecinos y vecinas y familiares. Tomar conciencia de que la educación, no es patrimonio de ningún partido político, sino de la comunidad educativa. En cada comunidad autónoma, en cada localidad es preciso trabajar para que se interiorice este mensaje como preludio de la formación de un frente, una plataforma que aglutine a la ciudadanía que entienda que la educación es patrimonio del pueblo.

Este paso es esencial para que posteriormente se logre un frente o plataforma a nivel nacional que consiga que la próxima ley educativa se haga en consenso y con la participación no solo de los partidos politos, sino de los movimientos sociales, sindicatos, asociaciones de docentes, asociaciones de madres y padre, de la comunidad educativa y un largo etc.

27 de febrero de 2013
Ginés Martínez Cerón


[1] Prats J. (2005) Los sistemas educativos europeos ¿Crisis o transformación? Fundación “La Caixa”
[2] LODE de 1985 que incorporó el sistema de colegios concertados, LOGSE En 1990, que amplió la escolaridad obligatoria a los 16 años, LOPEG Cuando la LOGSE terminó de implantarse en todos los niveles y en todo el territorio nacional, se aprobó, en 1995, la Ley Orgánica de Participación Evaluación y Gobierno de los Centros Docentes, LOPEG conocida como 'Ley Pertierra'; una ley sobre gestión y gobierno de los centros.
[3] ¿Por qué es importante (y necesaria) la escuela pública? Manuel de Puelles. Nº 111 Revista PadreMadres.http://foroeducacionpublica.blogspot.com.es/2011/12/por-que-es-importante-y-necesaria-la.html



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