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29 enero, 2017

NARRAR HISTORIAS DE NUESTRA PRÁCTICA LECTORA NOS CUESTIONAN LOS RESULTADOS DE SU APRENDIZAJE

La narración es y ha sido la forma de comunicación  del ser humano, a lo largo de la historial en las diferentes culturas. Las  personas usamos la narrativa para comunicar las experiencias, los hechos, las vivencias, nuestra historia familiar, personal y profesional...Sin embargo, ni en el ejercicio de la profesión docente, ni en la formación del profesorado, generalmente, son poco utilizadas.


Narrar historias de nuestras experiencias, vividas en la enseñanza de la lectura, a lo largo de la profesión docente es hablar de la evolución de nuestras concepciones lectoras, de cómo enseñamos a comprender, de cómo nos afecta el fracaso lector de la escuela pública, de nuestras preocupaciones por aportar alguna solución al fracaso lector. Narrar nuestra historia es el mejor camino para replantearnos cualquier cambio en la forma de enseñar a leer. En definitiva, contar una historia es “hablar de nosotros mismos”, de nuestra historia de aprendizaje, constituye una fuente de construcción de conocimiento práctico (Bolívar, Domingo y Fernández, 2001). Pero además, no solo nos sirve para construir conocimiento sino también, como afirmaba Ortega y Gasset: Para comprender algo humano, personal o colectivo, es preciso contar una historia.

Contar historias que hemos vivido a lo largo de los años de docencia es algo que, generalmente, no se práctica. Sin embargo, es una evidencia que, la narración, de nuestra prácticas docentes, en este caso, las relacionadas con la enseñanza de la lectura y su aprendizaje nos permitirán cuestionarnos e interrogarnos sobre los  resultados de su aprendizaje. Nos ayudarán a entender, porque hay un segmento tan abultado den niños y niñas que terminan la escolaridad, sin la comprensión lectora adecuada. A través de narrar tantas y tantas historias que, hemos vivido con esos niños y niñas, que han acabado la escolaridad sin una adecuada comprensión. En la medida que compartamos nuestras historias de enseñanza-aprendizaje de la lectura iremos encontrando respuesta a tantas y tantas preguntas sobre el porque la Escuela Pública no consigue que el cien por cien de su alumnado no consiga el éxito lector. ¿El problema de la comprensión lectora está vinculado a un tipo de niños y niñas determinado: inmigración, pobreza, …?, ¿Por qué no todos los niños y niñas que han transitado y transitan por mi aula no logran el éxito lector? ¿Qué porcentaje de alumnado no alcanzan la adecuada comprensión lectora en mi aula? ¿El problema lector es causal o coyuntural? ¿Cuál puede ser la causa de que entre un 25 a un 30 % del alumnado termine la obligatoria sin comprender lo que lee. ?.¿ Tendrá algo que ver el tipo de prácticas lectoras que se utiliza? .

Pues bien, Al relatar las múltiples historias que hemos vivido irán aflorando una diversidad de recuerdos, unos cercanos, otros lejanos y casi olvidados. Emergerá, ese laberinto de caminos por los que hemos circulado, desde el inicio de la profesión docente y que, en no pocas ocasiones, se entrecruzarán con otros caminos que también han formado parte de nuestra vida, aunque ajenos a la docencia y es que, no siempre, es fácil separar lo vivido profesionalmente de lo vivido simplemente como persona por la incidencia que tiene una sobre la otra.

En la medida que avance la narración de nuestra historia, iremos conectando acciones, escenarios, personajes y problemas vividos en la enseñanza de la lectura. Irá emergiendo nuestra identidad de docente que fuimos construyendo, a lo largo de las diversas etapas por las que ha transcurrido nuestra docencia y que incidieron en la construcción inacabada de nuestra manera de ser y hacer de maestro y maestra y de enseñar de una determinada manera la lectura, en las diversos momentos de nuestra vida profesional. Es a través de nuestras propias narraciones como afirma (Bruner,1997,p127) como principalmente construimos la versión de nosotros mismos en el mundo.

Ahora bien, al no ser estática nuestra identidad docente, siempre está abierta a una evolución permanente a través de nuestra narración. Ya que como dice Ricouer ( 1966:147) El relato construye la identidad del personaje” y edifica “palabra a palabra” a la persona que lo escribe, ya que permite fundir en una unidad de sentido la narrativa, la memoria y la experiencia.

¿Qué relación tiene el narrar mi historia, mi identidad profesional con el fracaso ó éxito lector del alumnado de mi aula? ¿Qué tendrá que ver el relatar mi propia historia desde la perspectiva de docente que, durante una serie de años, ha enseñado a leer a niños y niñas de diversas edades y contextos sociales con la mejora lectora del alumnado que tutorizo ?.

Al narrar mi historia, aflora la diversidad de experiencias vividas sobre la enseñanza de la lectura con cada grupo de niños y niñas, en cada una de las escuelas por las que he pasado, se avivan recuerdos de mis éxito y fracasos con cada niño y niña que ha pasado por mi aula, se rememora la convivencia con distintos grupos de compañeros y compañeras, se evocan lecturas de libros y artículos sobre la enseñanza de la lectura, vienen a la memoria cursos y seminarios en los que se participado, a lo largo de la vida profesional. Entramado de acciones que no es baladí, ya que sin lugar a dudas, ha tenido una  gran incidencia en la configuración de mi identidad como profesor y profesora y en consecuencia, en la manera de concebir  y practicar la enseñanza de la lectura.

Narrar una historia formada por un mosaico de historias entrecruzadas sobre la evolución que hemos experimentado en la trayectoria docente, de la enseñanza de la lectura, es un referente para reflexionar sobre el proceso evolutivo que, en nuestra  práctica educativa, ha tenido la enseñanza de la lectura. Historias que al compartirlas y contrastarlas con las de otros compañeros y compañeras, permitirán conversar y profundizar sobre las distintas formas de enseñar a leer que hemos utilizado en las aulas. A través del diálogo, se irá dotando de sentido a los interrogantes que cada persona participante se ha planteado y se sigue planteando sobre los problemas que originan el fracaso lector. A través de la interacción  dialógica compartiremos la narración y, como dice ( Martos Ortega 2013) “aprenderemos y comprenderemos nuestra historia de aprendizaje a la luz de los relatos de otros,” e iremos aprendiendo a dar solución a los problemas lectores que nos han impedido lograr el éxito lector de nuestro alumnado. Pues aprender, como dice, F Hernández, es construir una narración, una historia para ser compartida. Desde esta perspectiva de transformación de las prácticas lectoras se irá remodelando nuestra identidad docente al replantearse nuevas formas de ser y hacer.

Ante estos hechos se me ocurren dos preguntas: ¿Qué significa hoy en día  enseñar a leer ?, ¿Qué ha cambiado en la enseñanza aprendizaje de la lectura con respecto a años atrás?

Algunas pistas que pueden servir de indicadores para estructurar el relato.

 ¿Cuál era la forma de enseñar la lectura en el inicio de mi docencia? ¿ En la actualidad ha cambiado o sigue siendo la misma? Si ha cambiado en qué ? ¿A lo largo de mi trayectoria profesional que problemáticas relacionadas con el aprendizaje lector me han preocupado más y/o me siguen preocupando? ¿podría ligar la enseñanza de la lectura que he desarrollado con determinadas concepciones lectoras? ¿He recurrido en algún momento de mi trayectoria profesional a artículos  y libros sobre como enseñar a leer? ¿Si fue así. en que medida supuso un cambio en la forma de enseñar a leer? ¿Hay alguna experiencias vital que me haya emocionado?, ¿ Dónde y cómo me he formado para desarrollar una enseñanza lectora eficaz? ¿ Dónde radica el problema para que haya tantos niños y niñas que terminal la primaria sin la competencia lectora adecuada?

Ginés Martínez Cerón
Enero 2017


Fuentes bibliografía

BARTHES, R. (1970). Introducción al análisis estructural de los relatos, en R. BARTHES, Análisis estructural del relato. Buenos Aires: Tiempo contemporáneo.
BOLIVAR, A., DOMINGO, J. y FERNÁNDEZ, M. (2001). La investigación biográfico-narrativa en educación. Enfoque y metodología. Madrid: La Muralla.
BOLIVAR, A. (2002). “¿De nobis ipsis silemus?”: Epistemología de la investigación biográfico-narrativa en educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa, Vol. 4, nº 1.
BRUNER J. 1997. La educación puerta de la cultura, Madrid. Visor
MARTOS  ORTEGA J. M. Contar la vida, narrar nuestra historia de aprendizaje. http://vocesdeaprendizaje.org/
RICOEUR, P. (1996). Sí mismo como otro. Madrid: Siglo X

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