El autor analiza en este artículo si la propuesta, de la Consejería de Educación de Murcia, de incluir en el currículum una nueva
asignatura" Comprensión Lectora", destinada a los alumnos y alumnas
de primero a tercero de Primaria podrá paliar
el déficit lector o simplemente es una ocurrencia que dejará las cosas como están.
Los últimos resultados Pisa, en comprensión lectora, dejan a la Región de Murcia en el penúltimo lugar, de la comunidades autónomas. Además, con el agravante de haber bajado18 puntos respecto a la prueba anterior de 2009. Lo que evidencia un panorama preocupante, ya que en vez de avanzar se retrocede.
Los últimos resultados Pisa, en comprensión lectora, dejan a la Región de Murcia en el penúltimo lugar, de la comunidades autónomas. Además, con el agravante de haber bajado18 puntos respecto a la prueba anterior de 2009. Lo que evidencia un panorama preocupante, ya que en vez de avanzar se retrocede.
Quizás, debido a esta situación que empeora,
significativamente, los índices de
comprensión lectora, en vez de mejorarlos, la Consejería de Educación, en un
intento desesperado, con la finalidad, sin duda, de paliar esta situación, se le ha ocurrido la genial idea de crear una nueva asignatura de comprensión lectora. Asignatura, cuyo contenidos, objetivos, metodología de aprendizaje y
criterios de evaluación serán diseñados
por la Administración regional. La nueva asignatura quedaría englobada en el currículo
como asignatura de libre configuración autonómica. ¿Realmente se necesita crear
una nueva asignatura para terminar con el fracaso lector?
Llama
la atención, poderosamente, no solo la creación de esta asignatura, sino que
vaya destinada a los estudiantes de primero, segundo y tercero de Educación
Primaria. La razón, que aduce
la Consejería, para justificar esta asignatura solamente en estos niveles
educativos, y no a lo largo de la escolaridad, parte de la idea de que es entre
los 6 y los 9 años, cuando el alumnado sienta las bases de la lectura
comprensiva. Lo que supondrá una mejora en los resultados y, sobre todo, dispongan de las
herramientas básicas para estudiar en Secundaria.
Sin embargo, la evidencia y la investigación científica nos dicen que la comprensión es un proceso que se desarrolla,
no solo a lo largo de toda la escolaridad, sino a lo largo de toda la vida y
que se desarrolla tanto en la escuela como en los contextos en los que vive el
niño y la niña , la familia, los amigos… No existe ninguna evidencia que
demuestre que sea en los cursos de 1º a 3º cuando se sientan las bases de la
comprensión lectora. La comprensión lectora, como parte inherente de la lectura
no se puede circunscribir a una edad determinada. Además, también sorprende que
se vayan a dedicar dos horas semanales en
dichos cursos de Primaria
exclusivamente a la comprensión lectora. ¿En que se apoya la conserjería para poner estas
dos horas semanales?. En la actualidad, dice la directora general de Ordenación
Académica, Begoña Iniesta, los estudiantes de Primaria trabajan la comprensión
lectora de forma transversal, … pero no
tienen unas horas fijas en el horario semanal centradas en la materia.
Quizás, sea
conveniente recordar que existe una Orden del 25 de julio de 2005 de dicha
Consejería, por la que se establece el Plan para el Fomento de la Lectura y el
Desarrollo de la Comprensión Lectora en los Centros Docentes que impartan la
Educación Primaria. En el apartado 5 de dicha orden se dice “ los centros dedicarán, en cada curso, al
menos, una sesión semanal del horario asignado al área de Lengua Castellana y
Literatura para el fomento de la lectura y el Desarrollo de la comprensión
Lectora. Lo que supone unas 150 horas a lo largo de la Primaria dedicadas a
trabajar la comprensión lectora.
Si realmente, el aprendizaje lector,
dependiera de una hora más no se entiende por que el fracaso lector, en vez de
reducirse se ha agudizado, como demuestra el último informe Pisa, en el que
Murcia baja 18 puntos. De lo que se deduce, que el aprendizaje lector no depende tanto del tiempo que se dedique a la
lectura, sino del aprendizaje que se realice en ese tiempo. Por tanto, la
propuesta de añadir una hora más a la existente, no garantiza para nada que se
vaya a mejorar la comprensión lectora. Nadie duda, de las buenas intenciones de
la Consejería, pero es una propuesta que ni es realista ni esta fundamentada.
No es realista porque, tal y como la
plantea la Consejería, el fracaso en comprensión lectora del alumnado
murciano se debería a que los
niños y niñas necesitan más tiempo para aprender la comprensión lectora. Lo que
se contradice con las escuelas de otras comunidades autónomas, donde no se
dedican esas dos horas exclusivamente a la comprensión lectora y sin embargo no
existen el fracaso lector como en Murcia y otras comunidades autónomas del sur.
Tampoco, esta propuesta está fundamentada científicamente, lo que le daría un
plus de credibilidad.
Sin
embargo, no se ha planteado que esta
situación de estancamiento y retroceso lector de Murcia pueda deberse, no tanto, a
que no exista una asignatura de comprensión lectora o al tiempo dedicado a
ello, sino a lo que se hace en ese tiempo dedicado a la lectura. Es
decir, a las prácticas lectoras que se desarrollan en la mayoría de los centros.
Por tanto, independientemente de las horas y de la asignatura de comprensión
lectora, aspectos irrelevantes para crear lectores competentes, habría que
apostar por implementar en los centros tanto de Primaria como de Secundaria
aquellas prácticas lectoras, acordes con la sociedad de la información y avaladas
científicamente como prácticas de éxito.
Otro
aspecto, que habría que considerar, es el objetivo que se plantea la consejería
de Murcia con esta nueva asignatura. El
único objetivo de la nueva asignatura será
enseñar a los estudiantes a entender bien lo que leen, a procesar los textos y
a ampliar su vocabulario. Para ello, los estudiantes elaborarán bancos o
ficheros de nuevas palabras con su significado. Además, tendrán que exponer verbal
y oralmente qué han entendido después de la lectura del texto y responder a
preguntas sobre el contenido. Planteamiento, que sin lugar a dudas, queda
desfasado de lo que, hoy, se entiende por leer y comprender.
En la
sociedad de la información, la lectura, a diferencia de etapas anteriores tiene
una gran variedad de fines y de
formatos más allá del texto impreso. Como bien dice (Lomas,
1996), entender lo que se lee es hoy
algo más que interpretar adecuadamente el contenido de los textos impresos en un
libro de texto. Es también no extraviarse en las intrincadas sendas y en
los falsos atajos de Internet o en la ilusión especular y en los espejismos
analógicos que construyen las imágenes televisivas y publicitarias. Por tanto, enseñar a leer hoy no puede circunscribirse como pretende la Consejería
a elaborar bancos de palabras,
exponer oralmente lo que hayan entendido de la lectura y contestar a
determinadas preguntas, porque esto con pequeñas variaciones es lo que
actualmente se viene haciendo y, como se sabe, no da buenos resultados.
Para comprender, como ha demostrado la
investigación sobre la lectura, además, de los procesos cognitivos: hacer
hipótesis y verificarlas, aportar los conocimientos previos sobre el tema,
elaborar inferencias para entender lo que subyace en el texto, construir un
significado, etc., aspectos que siendo necesarios no son suficientes. Por que la comprensión, en la sociedad de la información, no se
concibe solamente como una construcción personal o subjetiva resultado de la
interacción del lector
y lectora, con el texto, sino que requiere también la interacción con otras
personas de su comunidad y entorno, en la que el diálogo adquiere un requisito
fundamental. Son muchas las investigaciones ( Freire1970 ,Wells, 2001, Habermas, 1987, Bakhtin, 1981) que avalan la importancia de compartir,
entre los lectores los distintos puntos de vista e interpretaciones personales.
Desde la perspectiva comunicativa la
comprensión e interpretación del texto adquiere una mayor extensión y
profundización al recoger la multiplicidad de significados, que aportan
los participantes que comparten la lectura.
Por otra parte, hay que tener
en cuenta que las prácticas lectoras, desde la perspectiva social no puede
quedar enclaustradas en el aula.
La participación de otras personas sean familias o personas de la comunidad,
como ha demostrado la investigación científica, es de vital importancia para
lograr que el segmento del alumnado con deficiencias lectoras pueda superarlas
satisfactoriamente. Por lo que la enseñanza de la lectura es una tarea que
afecta a toda la comunidad.
En
consecuencia, no se trata de introducir una asignatura nueva de comprensión lectora
en el currículum, ni de aumentar el
número de horas en los cursos de primero a tercero, ni
de elaborar ficheros de nuevas palabras con su significado, ni de exponer oralmente lo que
hayan entendido de la lectura y/o contestar a determinadas preguntas.
Sencillamente porque esto es lo que habitualmente se viene haciendo y sería más
de lo mismo.
Radicar el fracaso lector, supone, algo tan sencillo como, replantearse un cambio en las prácticas
lectoras. La escuela, no hay que olvidar, desde sus orígenes ha tenido la
misiones de enseñar a leer y a escribir. Misión que nunca, ni ahora, ha
cambiado. Lo que si ha cambiado a lo largo del tiempo han sido las formas de
leer, los tipos de textos sociales y las exigencias del momento.
23 de marzo de 2014
Ginés
Martínez
Pertenece
a la A. E. Pública Siglo XXI
No seria mejor leer lo que dice la orden antes de hacer la crítica. Por aquello de fomentar la comprensión lectora y no de hacer especulaciones
ResponderEliminarEvaluar la nueva asignatura por lo que se ha dicho en una nota de prensa no me parece tampoco que sea realista y mucho menos que este fundamentado.Es mas bien precipitado. Es hacer un analisis por un indicio o una parte entresacada o fragmentada del total de lo que pueda ser la nueva asignatura. Es un trabajo de francotirador con muchos autores y referencias. ... la ultima por cierto la de Wells del 2001. Es facil opinar sin fundamento. Quizas esa asignatura tenga justo el diseño que planteas como correcto y tu estes basandolo todo en una frase referida al vocabulario. Yo soy prudente y como dice una contestacion anterior esperare a tener al menos el borrador.
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