Sin embargo, por si esto no
fuera suficiente, para poner patas arriba la educación, se introducen
propuestas- trampa, engañosas y cuyo objetivo es hacer creer que el sistema educativo a partir de la reforma arbitrará
todos los mecanismos necesarios para reconocer y potenciar el talento de los y
las estudiantes. “Todos los estudiantes poseen talento pero la
naturaleza de este talento difiere entre ellos por lo que el sistema educativo debe contar con los mecanismos necesarios para
reconocerlos y potenciarlos” Lo que
tiene un cierto paralelismo con el artículo cuarenta y cinco del Fuero de los
Españoles[1]
de la época franquista “El Estado velará para que ningún talento se malogre por falta de medios económicos” ¿Pura coincidencia? ¿Casualidad?
En cualquier caso, una preocupación e interés coincidentes en potenciar el
talento. Lo que demuestra, sin duda
alguna, que la reforma educativa nos retrotrae a una concepción educativa de
mediados del siglo pasado.
Para ganar adeptos a la reforma y hacerla atractiva, los redactores
del proyecto, utilizan un lenguaje-trampa. Se trata de vender a la comunidad
educativa, a la que se machaca con esta reforma y en especial a las familias, a
las que se les hurta la participación decisoria, un mensaje halagador y
rotundo: su hijo e hija, en la
medida que forma parte del “todos” de los y las estudiantes tiene talento. ¿A que madre y padre no
le va llenar de orgullo que le digan que sus hijos e hijas poseen talento? Y además, que se le va a reconocer y potenciar
el mismo. Sin embargo, surge una duda, cuando el proyecto enmarca en el
principal objetivo de esta reforma[2] la mejora de la calidad educativa como
resultados es cuando viene la puñalada trapera. “Para ello todos y cada uno de los alumnos serán objeto de atención en una
búsqueda de desarrollo del talento”. Dicho de otra forma, la atención que va a
recibir tu hijo o hija no es para ayudarle en el desarrollo del talento, lo que
debería ser normal en una educación de calida, sino para buscar si realmente
tiene buenos resultados es decir, talento.
La introducción del “talento”, en el proyecto, no es causal sino que tiene una relación
directa con el sesgo economicista de la reforma: “La educación es el motor que promueve la competitividad de la
economía y el nivel de prosperidad de un país. El
nivel educativo de un país determina su capacidad
de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos
que se planteen en el futuro.” Esta es una de las razones que justifica la introducción de la expresión “talento”. Desde la perspectiva economicista el
valor del talento está cada vez más en alza para, lograr la competitividad del
modelo productivo y poder así, según el proyecto, competir con éxito en la arena
internacional.
A continuación, el proyecto afirma”pero la naturaleza de este talento difiere entre
ellos. Es decir, aunque todos los y las
estudiantes tengan talento existen diferencias en el talento. A pesar de que la
frase sea una perogrullada encierra una idea muy potente sobre la diversidad de
talentos Idea – trampa que abre la
puerta a una meritocracia de la que son excluidos los
talentos que no logren alcanzar las cotas señaladas del rendimiento académico. Lo
que dibuja un sistema totalmente injusto con el alumnado menos talentoso. Porque el “todos tienen talento” es sencillamente
una trampa y la premisa para justificar el desarrollo de una estructura
educativa que contemple diversas trayectorias. Se trata de “de canalizar a los estudiantes
hacia las trayectorias más adecuadas a sus fortaleza” y convertirlas en rutas hacia la empleabilidad”[3].
Canalizar, trayectoria, ruta son tres eufemismos que muestran sin tapujos cual es el destino del alumnado que a pesar de tener talento, “todos tienen talento,” no han sido seleccionados para el club de los elegidos. A estos y estas estudiantes se les encauzará por el camino más adecuado a lo largo de su escolaridad, a fin de conseguir no una formación integral básica; sino un empleo. Es decir, se trata de de quitarse de en medio a aquel alumnado que, en la competencia escolar, no haya logrado alcanzar el mérito exigido. Cumpliendo así un doble objetivo: desviarlos hacia aquellos determinados itinerarios y evitar así, que sean una rémora para el éxito del grupo de los talentosos. Con este sesgo del sistema educativo se profundizará la brecha, de las desigualdades entre los y las estudiantes más débiles y vulnerables cumpliéndose así el principio de San Matero “al quien tenga se le dará y tendrá más, y a quien no tenga le será quitado incluso lo poco que tenga”.
Canalizar, trayectoria, ruta son tres eufemismos que muestran sin tapujos cual es el destino del alumnado que a pesar de tener talento, “todos tienen talento,” no han sido seleccionados para el club de los elegidos. A estos y estas estudiantes se les encauzará por el camino más adecuado a lo largo de su escolaridad, a fin de conseguir no una formación integral básica; sino un empleo. Es decir, se trata de de quitarse de en medio a aquel alumnado que, en la competencia escolar, no haya logrado alcanzar el mérito exigido. Cumpliendo así un doble objetivo: desviarlos hacia aquellos determinados itinerarios y evitar así, que sean una rémora para el éxito del grupo de los talentosos. Con este sesgo del sistema educativo se profundizará la brecha, de las desigualdades entre los y las estudiantes más débiles y vulnerables cumpliéndose así el principio de San Matero “al quien tenga se le dará y tendrá más, y a quien no tenga le será quitado incluso lo poco que tenga”.
Si realmente se pretendiera con esta reforma, que no es el caso, la
calidad educativa de todo el alumnado, desde la diversidad e inclusión, no se hubiera
optado exclusivamente por el talento, la competitividad y el mérito.
Seguramente se hubiera dado cabida por ejemplo, a las inteligencias
múltiples[4] como
una opción para desarrollar la diversidad de talentos del alumnado en música, en
matemáticas, en lengua, en dibujo, en deportes, en relaciones interpersonales,
etc. Posibilitando así que todo el
alumnado pudiera desarrollar, aquellas capacidades que posee sin dejar ninguna
por el camino. Por tanto, el
planteamiento “todos los estudiantes poseen talento” responde a una concepción antigua, desfasada,
restringida e impropia de una reforma educativa en el siglo XXI. La contribución
más evidente que el sistema educativo puede hacer al desarrollo del niño
consiste en ayudarle a encontrar una parcela en la que sus facultades
personales puedan aprovecharse plenamente y en la que se sientan
satisfechos y preparados” [5]
Es
evidente que desde esta perspectiva se evitaría la segregación y exclusión de
los etiquetados como “malos estudiantes” debido
a un supuesto déficit en el rendimiento académico. Introducir la teoría de las inteligencias
múltiples en la educación habría abierto la posibilidad de un aprendizaje para
todos, al conectar con la diversidad de intereses, capacidades y
maneras de aprender del alumnado. Requisito
fundamental, en el siglo XXI, para una
educación de calidad. Así, se conseguiría una escuela en la que todos
y cada uno de los y las estudiantes se sentirían motivados al encontrar la
actividad adecuada. Como dice Gardner “una escuela centrada en el individuo tendría que ser rica en la evaluación de las capacidades y de las tendencias
individuales”.
5 de octubre de
2012
Ginés Martínez
Cerón
Pertenece a la
Asociación Educación Pública
[2] El principal
objetivo de esta reforma es mejorar la calidad educativa, partiendo de la
premisa de que la calidad educativa debe medirse en función del
"output"(resultados de los estudiantes) y no del
"input"(niveles de inversión, número de profesores, número de
centros, etc.).Para ello, todos y cada
uno de los alumnos serán objeto de atención en una búsqueda de desarrollo del
talento, que convierta a la educación en el principal instrumento de
movilidad social, ayude a superar barreras económicas y sociales y genere
aspiraciones y ambiciones realizables para todos
[3] El reconocimiento de esta
diversidad entre alumnos en sus habilidades y expectativas es el primer paso de cara al desarrollo de una estructura educativa que
contemple diferentes trayectorias. La lógica de la reforma se basa en la
evolución hacia un sistema capaz de canalizar a los estudiantes hacia las
trayectorias más adecuadas a sus fortalezas de forma que puedan hacer realidad
sus aspiraciones y se conviertan en rutas que faciliten la empleabilidad a
través de la posibilidad para los alumnos y sus padres o tutores de elegir las
mejores opciones de desarrollo personal y profesional. Los estudiantes con problemas de rendimiento contarán con programas
específicos de apoyo que mejoren sus posibilidades de continuar en el sistema.
[4] Gardner, neuropsicólogo y Profesor
en Ciencias de la Educación en la Universidad de Harvard, investigó durante el
desarrollo de la capacidad cognitiva del ser humano. En 1993, presentó su
teoría sobre las Inteligencias Múltiples
[5] Invitado del mes: Howard Gardner en
http://www.energiacreadora.es/ec-1/invitado-del-mes-howard-gardner/
pienso que la causa del abandono escolar es la insatisfacción, luego si se logra que el alumno este satisfecho con el centro y con los estudios se acabaría con este problema, al incidir en su raíz, un saludo.
ResponderEliminarLos dos análisis anteriores de la LOMCE me han gustado, pero este...¡¡¡CHAPEAU!!! Sr. Martínez Cerón
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