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11 junio, 2012

URGENTE RECUPERAR LOS VALORES DE UNA ESCUELA PÚBLICA DENOSTADOS POR LA IDEOLOGÍA NEOLIBERAL.

Sería prácticamente imposible contabilizar las movilizaciones que los distintos sectores de la comunidad educativa conjuntamente o por separado han realizado, desde que se iniciaron los recortes, en nuestro país. Quizá, no quede ningún lugar de la geografía española por pequeño que sea, donde exista una escuela pública, que no se haya llevado a cabo algún tipo de movilización contra los recortes.

 Pero, estas movilizaciones contra las políticas educativas no son nuevas. En el año 2002, segunda legislatura de Aznar, la Ley de Calidad y la Ley Orgánica de Universidades (LOU); llevadas a cabo, sin consulta previa a la comunidad educativa llevaron a la calle a las asociaciones de estudiantes de secundaria el 7 de marzo bajo el lema «no a la reválida, no a los itinerarios» y «Calidad sí, pero no así. El 29 de octubre cinco organizaciones sindicales y tres estudiantiles convocaron una huelga general en la enseñanza. El paro fue precedido por diversas manifestaciones, la primera de ellas el 3 de octubre, día del debate parlamentario sobre la Ley de Calidad en la que se consideraba la educación preescolar como asistencial, la primaria como preparación de la ESO, unos itinerarios discriminatorios; la reválida al final del bachillerato, así como la obsesión por el rendimiento escolar, entre otras.

Estas reformas, en la segunda legislatura de Aznar, estuvieron precedidas por los pasos que Esperanza Aguirre, ministra de educación durante el periodo (1996-1999) dio, sin tapujos, para introducir el neoliberalismo educativo al abrir las puertas del mercantilismo educativo. Dice Viñao[1] al inicio del curso 1996 el profesorado se han encontrado con algunos de los siguientes hechos: recortes presupuestarios, incremento del número de  alumnos por aula, congelación de oposiciones, insuficiencia del cupo de sustitutos para cubrir las bajas por enfermedad u otro tipo de licencias, asignaturas optativas sin profesor y restricciones financieras en los programas, entre otros, de construcción de centros docentes y formación de profesores.

¿Existe alguna diferencia entre las políticas que durante la etapa 1996 – 2004 se aplicaron o se intentaron aplicar y las que en estos momentos de brutales recortes y reformas se están preparando para después del verano? Existe una diferencia y muy notable, y no valorada suficientemente por la comunidad educativa, la crisis bestial en la que estamos metidos. Las crisis son oportunidades que hay que aprovechar para caminar hacia la privatización y mercantilización de la educación tal y como ha demostrado en la teoría y en la práctica Milton Friedman[2]. Por tanto, la crisis ha venido como anillo al dedo para poder recortar impunemente la educación pública y ello con la única explicación del reequilibrio presupuestario. Sin embargo, la realidad es muy otra ya que de lo que se trata es de iniciar un proceso de desmantelamiento lenta y pausadamente  de la escuela pública entre el estupor de una parte de la comunidad educativa.

Es evidente que ante esta realidad toda la comunidad educativa: organizaciones de padres y madres, profesorado, comunidad educativa y sociedad en general tienen el reto de movilizarse, sin descanso, con toda la contundencia posible contra los recortes. No luchar contra ellos sería suicida. Ahora bien, es importante no perder de vista que dichos recortes son solamente la primera parte del proyecto neoliberal del desmantelamiento de la educación pública. La segunda parte del proyecto son las reformas, ya anunciadas por el Sr. Wer, que vendrán después del verano. Por tanto, es necesario ampliar la mirada y el objetivo de las movilizaciones y no luchar solamente contra los recortes como si estos fueran el fin último. Es preciso tomar conciencia de que los recortes y las reformas educativas que se están preparando forman parte de un proyecto ideológico de corte neoliberal.

Así pues, la cuestión que se plantea es la incorporar a los debates, reflexión y movilizaciones de la comunidad educativa nuevos elementos que extiendan y revitalicen el proyecto de escuela pública. Es necesario tener más presente que nunca que los valores del modelo de la escuela pública de todos y para todos, es decir, gratuita, laica, inclusiva y democrática, largos años defendidos se encuentra en un serio peligro de desaparición. Si analizamos el discurso del Sr. Wer observaremos que utiliza la crisis como una coartada para extender en la comunidad educativa el veneno de la ineficacia de la educación pública, así como para enfatizar las bondades derivadas del  neoliberalismo educativo.

Ineficacia de lo público y bondades del neoliberalismo forman un ingrediente perfecto y de fácil asunción por una parte de la ciudadanía. Situación que añadida a la pasividad de una parte, muy importante, de la comunidad educativa producen un caldo de cultivo cuyo objetivo es el contagio de las ideas neoliberales entre la ciudadanía. Ante esta realidad las organizaciones de padres y madres, el profesorado y alumnado, en definitiva la comunidad educativa tiene que incorporar otras estrategias que vayan mucho más allá de las movilizaciones al uso. Es urgente abrir un debate y extender a través de una información rigurosa a toda la comunidad educativa los valores de una escuela pública denostados y ensombrecidos por la ideología neoliberal.

Ahora bien, sería una ingenuidad creer que esta es una tarea fácil y no lo es. Se trata, nada más y nada menos que de ver en que medida las organizaciones de padres y madres, el profesorado, el alumnado es decir la comunidad educativa están dispuestas a contraponer otro discurso contrahegemónico al del neoliberalismo educativo que ya cala en una parte de la comunidad educativa. Se trata, de demostrar y convencer que la educación pública no solamente tiene unos valores superiores a la privada sino, que además  es capaz de resolver todos los problemas educativos actuales: Absentismo, calidad educativa para todos o lo que es lo mismo erradicación del fracaso escolar, igualdad real de de oportunidades… Aquí es donde nos jugamos el futuro de la educación pública. 

Solo si entre todos somos capaces de, al menos, poner en entredicho el discurso hegemónico neoliberal educativo se logrará que, poco a poco, se vayan sumando ciudadanos y ciudadanas que defenderán la educación pública con uñas y dientes. Solo así se podrá lograr a medio plazo que una parte importante de la comunidad educativa defienda la escuela pública por lo que es y lo que supone para la educación de todos y todas.

11 de junio de 2012-06-12
Ginés Martínez Cerón
Pertenece a la Asociación Educación Pública Siglo XXI


[1] Viñao A. Neoliberalismo y educación (I).
[2] Gran guru del movimiento a favor del capitalismo de libre mercado, fue el responsable de crear la hoja de ruta de la economía global,  contemporánea e hipermovil, en la que hoy vivimos. Naomi Klein. La doctrina del Shock, página 25.

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