IMPRIMIR

27 septiembre, 2013

PLANTEAMIENTOS DE INICIO DE CURSO U OTRA FORMA DE HACER

Uno de los objetivos de la Escuela Pública en la actualidad es reducir y eliminar la brecha, aún existente, entre alumnado aventajado y con desventaja, entre alumnado que tiene y que no tiene éxito, entre un alumnado que llega a los máximos y otro que no llega o que solamente llega a los  mínimos. Es una realidad, que muchos  alumnos y alumnas, encuentran dificultades para su aprendizaje con el funcionamiento actual de la escuela. ¿ Se puede considerar normal que en pleno siglo XXI siga existiendo un porcentaje considerable de alumnado que a lo largo de su itinerario educativo,  3 – 16 años, la escuela no sea capaz de romper las barreras que dificultan un aprendizaje normalizado?. ¿ Cuál será el futuro de esos niños y niñas cuando se incorporen como ciudanos y ciudadanas a la vida laboral?.¿ Se puede considerar una escuela de todos  y todas aquella, en la que solamente una parte  de su alumnado consigue el éxito educativo?.

Sin lugar a dudas, ese porcentaje de alumnado es el que alimenta las repeticiones, y puebla las aulas no ordinarias, contribuyendo  a aumentar las deficiencias del sistema educativo. Porque “la repetición estigmatiza, es ineficaz y una auténtica pérdida de tiempo. Pisa demuestra que los estudiantes que repiten un curso escolar no obtienen ningún logro relevante en su rendimiento, pero pierden un año en su vida laboral[1] . Es una evidencia que este alumnado, al que la escuela no le resuelve las dificultades de aprendizaje desde el momento que se detecta, está destinado a programas de compensatoria, apoyos, refueerzos, etc.  Programas que han demostrado su ineficacia, a pesar de hababer sido creados y aplicados con las mejores intenciones, como demuestran los reslultados obtenidos por el alumnado que los transita. Como dice Levin[2], los programas de educación compensatoria no son efectivos por ser incapaces de generar expectativas positivas de aprendizaje y de éxito educativo.

Seguir prolongando esta situación en una gran mayoría de escuelas puede ser debido, a la concepción educativa que aún pervive, en una parte importante de la comunidad educativa. Al pensar que las dificultades que encuentra el niño y la niña en sus aprendizajes son debidas a dificultades personales. Lo que inmoviliza tanto al profesorado coma a familias, en la búsqueda de otras actuaciones educativas que permitan erradicar este lastre que impide, el éxito educativo de todo el alumnnado.

Por tanto, es hora de plantearse, desde la comunidad educativa, porque se siguen aplicando actuaciones educativas incapaces de reducir drásticamente las diferencias entre un tipo de alumnado y otro. ¿Cuál es la razón de que se sigan reproduciendo actuaciones educativas que año tras año no han resuelto el problema de la disparidad de rendimientos académicos y fracaso escolar? ¿Qué hace faltal para convencerse de que determinadas actuacciones educativas que se aplican en las aulas no logran unos resultados académicos aceptables para todo el alumnado? ¿Qué hace falta para convencerse que el segmento de alumnado más desventajado no mejorará mientras se sigan aplicando actuaciones educativas ya desfasadas?. ¿Qué hace falta para que los centros y las aulas se abran a los aprendizajes propios de la sociedad de la información asumiendo que el aprendizzaje es el resultado de las interacciones que se le proporcionen al alumnando? ¿Qué hace falta para convencerse que las dificultades que encuentra una parte del alumnado en lograr el éxito educatiavo no es meramente individudal  sino que está asociada a la cantidad y calidad de las interacciiónes que vive?

El inicio de curso quiazás sea un momento privilegiado para que desde la comunidad educativa: equipos directivos, claustros, familias, AMPAs y agentes educativos se se cuestionen algunos aspectos como: ¿ en qué se apoyan y fundamentan determinadas prácticas escolares  que hasta el momento han sido ineficaces para lograr los aprendizajes de todo el alumnado? ¿ En qué medida  nuestro centro “garantiza a todo el alumnado”, independientemente de su situación de partida, los aprendizajes necesarios para lograr el éxito educativo?. ¿En qué medida las orgnización del aula, los agrupamientos, la atención a la diversidad del centro educativo al que pertenezco satisface las necesidades de aprendizaje de todos los niños  y las niñas?

 Sin embargo, el inicio de curso, excepto en raras excepciones, se parece al del año annterior y al del anterior prácticamente en todo, en la distribución de los espacios, en la organización de las aulas, en la distrubución del alumnado, en los programas a aplicar al alumnado desventajado, en la relación con los padres y madres, en la apertura del centro a la comunidad educativa, en la ficción de la participación que impide a las familias que se ilusionen por la escuela de sus hijos e hijas. etc.  

Por tanto, stop a cualquier actuación educativa y proyecto, por muy innovador que sea y que no tenga el aval del éxito para todos. Hoy en la sociedad de la información es fácil acceder a experiencias de éxito avaladas por la comunidad científica que indican los elementos  necesarios que habría que cambiar para que la escuela reduzca cualquier barrera que impide el aprendizaje de máximos para todos.  Se trata en definitiva, de conseguir que  la escuela de todos y para todos no solo sea a la entrada, sino a la salida, es decir, que todo niño y niña independientemente  de su situación de partida sale con el título debajo del brazo.


Ginés Martínez
Pertenece a la Asociación
 Educación Pública Siglo XXI




[1] Periódico Escuela3 de febrero de 2011 Entrevista a Andreas Schleicher
[2] Levin H. M. Las escuelas Aceleradas: una década de evolución. Preal

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí escribe tu opinión y/o comentario